martes, 23 de noviembre de 2010

Vivencias de un escritor de terror en un rodaje (Día 1)

       
Estimado humano del futuro:

Si lees esto es porque has encontrado una botella en el mar con esta crónica dentro. Eso, o que lo estás leyendo por internet (si es que hay Internet en el futuro). En fin, da lo mismo. Aquí se narra mi experiencia dentro del rodaje de Elmala3ien (Los Malditos).

La semilla de Elmala3ien nació cuando Miguel Ángel Font se puso en contacto conmigo vía Facebook (una arcaica red social). La conversación que tuvimos fue más o menos la siguiente:

       Miguel Ángel Font: Ey, Juande, ¿hacemos un proyecto juntos?

       Juande Garduño: ¿Conquistamos el mundo?

       Miguel Ángel Font: Va, nano, déjate de chorradas, vamos a hacer un cortometraje.

       Juande Garduño: ¿Ganaremos dinero? Estoy tieso.

En fin, Miguel Ángel me comentó que ni de broma, que en todo caso nos dejaríamos dinero y eso fue lo que me convenció. Siempre me gustó perder dinero en locuras, y ésta era una.

Me saltaré la parte aburrida en la que hubiera matado a Miguel Ángel unas cien veces por temas de guión. O la parte en la que mediante reuniones en la Fnac de Valencia nos dedicamos a fichar a gente para el proyecto. O la parte en la que hicimos el casting y yo quería que las actrices se desnudaran y el Señor Director no…

Vamos con el rodaje.

Día 1

Siete de la mañana. Me levanto arrastrándome cual babosa. Voy con Rolando (“el abuelito” que será uno de los actores) en su coche hasta la avenida del Cid, donde todos hemos quedado para partir hacia el lugar de rodaje. Rolando lleva catorce años viviendo en Valencia, se la conoce como la palma de su mano, es uno con la ciudad.

Nos perdemos. Preguntamos, nos perdemos, llegamos justo a tiempo.

Poco a poco van llegando los demás, empiezo a conocer a gente del equipo: Boro, Isra, Carlos, Emilio, Agus, son para mí caras nuevas. A los demás ya les conozco de nuestras anteriores reuniones: Miguel Ángel, Nik, Paula, Ahmed, Valeria, Maribel, Neus, Angie.



En cuanto llegamos al lugar de rodaje descargamos todas las cosas. Nos dividimos en grupos. Unos nos vamos a rodar la escena de la piscina mientras Boro ilumina la que será la siguiente escena en la habitación de matrimonio. Hace un frío de tres pares de cojones. Rolando se comporta, las cámaras le graban, el director le controla y hace bien su función. Así que pasamos a Ahmed, el héroe del día, ya que con apenas ocho o diez grados que hacía, más un viento que podría despeinar a un calvo, tuvo que meterse en la piscina durante hora y media para hacer la escena. El pobre salió casi con hipotermia. Con decir que una hora después aún seguía temblando, tras una ducha caliente, una manta por encima y un té hirviendo.

La verdad es que yo era el que menos pintaba allí, así que acercándose el mediodía me cogieron para hacer la comida. Debido a un fallo de cálculo, yo, uno de los productores, compró menos comida de la debida. Alguno de los allí presentes se encargará de recordármelo el resto de mi vida. Ahora que ya no os veré a ninguno tengo que decir que sacrifiqué a uno de los técnicos. Lo sé, no estoy orgulloso de ello, pero cuando el hambre aprieta y estás en una urbanización alejada de la mano de Dios, hasta un buen cámara de Making of te parece un manjar. Mierda, ya he contado lo que pasó con el primer técnico de Making, que se supone que no vino… bueno, chicos, ¡cuando os lo metí en el pan de sándwich nadie puso mala cara!

El primer día de rodaje fue duro. Estuvimos hasta las doce de la noche. Nos fuimos a casa, al día siguiente había que madrugar.

Juande Dios Garduño

3 comentarios:

  1. que bueno. gracias por explicar los entresijos de la gestación de vuestra obra.me ha encantado

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  2. Nos alegramos mucho que te haya gustado. En breve postearemos los días restantes del rodaje.

    Un saludo

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  3. Excelente crónica. La vida del actor es dura, todavía tengo frío de pensar en el pobre Ahmed.
    Por cierto, creo que nunca te pediré que te ocupes del catering-comida-avituallamiento *__*
    Un saludo y enhorabuena por vuestro trabajo.

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